En el 2013 los decomisos a gran escala de marfil comerciado ilegalmente han alcanzado su mayor índice en veinticinco años, con más de 41 toneladas aprehendidas entre enero y noviembre del año pasado.
Esto indica que los niveles del tráfico ilícito de este producto, un delito que está diezmando a los elefantes africanos, sigue en crecimiento.
Expertos calculan que este comercio ilegal es ya un 20 % superior en 2013 que hace dos años, y que los decomisos a gran escala (500 kilos de marfil en una sola operación) suelen poner en evidencia la participación del crimen organizado.
John Scanlon, secretario general de CITES, afirma que «con una cifra estimada de 22 mil elefantes africanos ilegalmente asesinados en 2012 afrontamos una situación crítica. La caza furtiva de elefantes sigue siendo muy alta y esto puede provocar su extinción localizada si la tendencia actual continúa».