Las tortugas gigantes son vitales para el turismo y la economía de las ecuatorianas Islas Galápagos, la población de estas se ha reducido de 250 mil a solo 20 mil ejemplares en los últimos años.
Para conservar esta especie existe el centro de crianza Jacinto Gordillo, en la isla de San Cristóbal y Franklin Chicaiza es uno de los encargados del lugar.
«El objetivo de este centro es preservar la población de tortugas y también que la comunidad isleña conozca y aprecie lo que tiene», un patrimonio que «hay que ayudar a proteger para la presente y las futuras generaciones«, comentó.
«Antes, los pescadores y otras gentes se comían las tortugas. Unos treinta años atrás se comía fritada de tortuga, se hacía aceite de tortuga, pero hoy la gente es consciente de que hay que proteger la flora y la fauna, porque de ello depende el turismo«, destaca.