Las autoridades mexicanas presentaron una denuncia penal contra los supuestos responsables de haber acabado con la vida de especies endémicas, cerca de Acapulco, que las mismas se encuentran protegidas en este país.
A través de un comunicado la Secretaria de Medio Ambiente (Semarnat) de México indica que “existen elementos suficientes para dudar de que los restos de tortugas encontrados en Playa Bonfil hace días «hayan llegado a ese lugar por causas naturales”, como denuncio el 13 de mayo la ONG ambientalista Costa Salvaje.
La ONG Costa Salvaje denuncio hace dos semanas aproximadamente, que en las playas de La Roqueta y Bonfil, cercanas a Acapulco, encontraron un cementerio submarino de tortugas y tiburones que habrían sido despedazados por pescadores de la zona.
“Los pescadores están actuando con impunidad, cazando tiburones y tortugas, destazando y tirando sus restos al mar y las autoridades federales, además, les permiten la colocación de redes agalleras en las afueras de la bahía de Acapulco, matando todo tipo de animales marinos”, señalo la ONG.
De acuerdo con los técnicos de la Semarnat y de otros organismos que visitaron el lugar luego de la denuncia de los ecologistas, los cadáveres de quelonios hallados “pareciera que fueron puestos con la intención de generar confusión” en el lugar.
“Se encontró una tortuga que tenía más de dos años fallecida en La Roqueta”, explica la Semarnat, y en Bonfil, se encontraron quince ejemplares ninguno de los cuales presentaba huellas de depredación, menos de los treinta cuya existencia denunciaron inicialmente los ecologistas.
Las denuncias para dar seguimiento a los casos fueron presentadas 20 de mayo ante la delegación de la Procuraduría General de la República en Acapulco, sur de México.