En los países del Salvador y Nicaragua se encuentran dos de los últimos refugios de la tortuga Carey, en donde habitan la mayoría de las 500 tortugas carey que aún quedan en el Pacífico Oriental.
Esta especie se encuentra en peligro de extinción muy critico y «no hay oportunidad como para realizar acciones a medio o largo plazo, sino a corto plazo», afirma David Melero, experto español de la red internacional Iniciativa Carey del Pacífico Oriental.
También destaca que si no se la protege, «en una década podríamos no tener más tortuga carey en el Pacífico Oriental», además se realizo el lanzamiento al mar de tres tortugas carey con dispositivos de seguimiento por satélite en la bahía salvadoreña de Jiquilisco, el principal lugar de anidación de la especie en el país.
Las amenazas principales de la tortuga Carey están en el mar, entre las que se encuentran la pesca incidental y la contaminación, además del saqueo de huevos en los sitios de anidación y el uso de la concha o caparazón para la confección de artesanías, monturas de lentes, peinetas y otros objetos.