Un tercio de las aves europeas están en peligro. Las poblaciones de especies que eran comunes en Europa, como la alondra o la tórtola, han disminuido notablemente por culpa de la actividad humana, específicamente a la presión que genera la agricultura en su hábitat.
The Guardian, el diario inglés, tuvo acceso al informe, aun sin publicar, Estado de la Naturaleza de la UE, para cuya elaboración la Agencia Europea de Medio Ambiente evaluó 804 hábitats naturales y información compilados por los 27 países de la Unión Europea entre 2007 y 2012.
De acuerdo con el informe, la población de tórtola europea ha mermado 90% o más desde 1980 y en poco tiempo la especie podría estar en la «Lista Roja» de especies amenazadas de la UICN.
Las poblaciones de alondra y escribano hortelano (cazado ilegalmente en Francia para consumo humano), han disminuido cerca de la mitad.
Del total de hábitats analizados para el informe, 77% fueron clasificados como en mal estado. La causa principal de la degradación de los hábitats esenciales para las aves y otras especies, es la expansión de la agricultura intensiva.
Es posible que una parte de la población de Europa cree que la conservación de las especies no debe ser una prioridad debido al difícil momento económico y social que están pasando. Pero, la pérdida de biodiversidad cuesta a la Unión Europea cerca de 450 mil millones de euros al año, 3% del PIB.