El marfil ilegal que es obtenido por los cazadores furtivos de elefantes en África es utilizado para realizar figuras religiosas en la católica Filipinas, según afirma una investigación de la revista «National Geografic».
El marfil es introducido en el archipiélago a través de las redes de traficantes musulmanes en el sur del país, mediante contactos con los proveedores en países como Zimbabue o Namibia.
Las autoridades de Filipinas realizaron decomisos de marfil ilegal muy grandes, y según la Convención Internacional para la Protección de Especies Amenazadas, China, Tailandia y Vietnam son los mercados que mas marfil ofrecen , y este procede de los colmillos de elefantes y cuernos de rinocerontes.
La venta de marfil esta prohibida, y se sacrificaron mas de 600 mil elefantes africanos en el comercio de este material.
