La tortuga laúd (Dermochelys coriacea) es la tortuga marina más grande que existe y uno de los pocos reptiles que han sobrevivido durante cientos de millones de años. Hoy en día, esta especie se encuentra en grave peligro de extinción.
Según valoraciones recientes señalan que su población ha caído, específicamente en el Pacifico, donde se estima que solamente quedan 2.300 tortugas hembras, colocando a la laúd del Pacifico en la tortuga marina más amenazada en todo el planeta.
En el Atlántico, la laúd tiene una población estable, pero los científicos aseguran su rápido descenso debido al gran número de tortugas que mueren al ser capturadas accidentalmente por embarcaciones de pesca. Otra amenaza a esta especie y a sus nidos es el aumento en el nivel del mar, así como temperaturas más elevadas en las playas del Atlántico.
La WWF tiene como objetivo proteger la ruta migratoria de la tortuga, trabajando con pescadores para disminuir la pesca accidental, proteger las playas de anidación prioritarias y concienciar a las comunidades locales para proteger a las tortugas y sus nidos.